Malitzin Cortés es arquitecta de formación, música y tecnóloga creativa. Mediante el pseudónimo de CNDSD explora prácticas de composición musical y sonora. Asimismo, experimenta en el campo audiovisual a través de la programación y otros formatos híbridos. Malitzin utiliza la tecnología como medio de reflexión y de aprendizaje constante. En su obra se ve reflejada una postura crítica ante la enajenación que desatan las nuevas tecnologías como lo son el Internet, las redes sociales, las aplicaciones, entre otras plataformas e inventos recientes que forman parte del imaginario colectivo contemporáneo. 

En su obra siempre está presente el elemento visual, el cual tiene una gran influencia del mundo de los videojuegos, la realidad virtual y la realidad aumentada: universos que la artista encuentra fascinantes. Sin embargo, el sonido es el componente central de las piezas de CNDSD, ya que Malitzin cree que a través de él, la audiencia logra conectar emotivamente con las historias e ideas que presenta, sin importar de que entienda o no lo que sucede en la narrativa visual. 

CNDSD podría describirse como una suerte de híbrido entre el livecoding, el live cinema, la animación, el arte generativo y el arte sonoro. No obstante, estos términos terminan siendo limitantes porque no logran capturar del todo la esencia interseccional de esta propuesta. Proyectos como este —que desafían los límites de los géneros y de las disciplinas—, son sumamente ricos para pensar el arte contemporáneo, en tanto que señalan la subjetividad de las categorías artísticas y recuerdan que el concepto de arte está en crisis perpetuamente.