C DE CULTURA

Tokio sobre ruedas

agosto 6, 2021

kvok8

Muchas personas saben que Tokio es de las ciudades más pobladas por metros cuadrados del mundo y, a pesar de ello, tiene un funcionamiento excepcional; casi no hay basura, no hay smog como en la Ciudad de México, el sistema de trasporte público es bueno y hay muchos parques bonitos en los que se pueden disfrutar los días soleados.

En Tokio pasan cosas muy diferentes que en la mayoría de las grandes ciudades. Tal vez el mejor ejemplo que puedo dar hasta ahora son la cantidad de bicicletas que hay, a pesar de que las regulaciones no favorecen mucho su uso. Me contaron que en el 2015 hubo un accidente en el que un ciclista atropelló a una mujer de 65 años y la mató, esta noticia generó tal impacto que empezó un movimiento en contra de las bicicletas. Muchas compañías de seguros empezaron a generar campañas para que los ciclistas se aseguraran y también apoyaron la publicación de este tipo de noticias amarillistas para hacer más negocio. Las normas se volvieron mucho más estrictas para los ciclistas pero, a pesar de ello, Tokio es actualmente la ciudad #9 según el índice de Copenhague que mide qué tan amigable es una ciudad para los ciclistas.

Después de pensarlo un poco es increíble que todos los días el 20% de los usuarios del metro lleguen a su estación más cercana en bicicleta, ¡son aproximadamente 20 millones de personas! Aquí las bicicletas son parte de la vida cotidiana. La gente las usa para ir a las tiendas cercanas y es normal ver a las mamás transportando a sus hijos en sillitas especiales (a esas bicis les llaman ‘mamachari’ que es parecido a nuestro slang ‘mamá van’). Parece que a pesar de las regulaciones y la falta de apoyo necesario del gobierno, la gente opta por usar este medio de transporte.

Quizás sea difícil entender por qué en Tokio el uso de la bicicleta aumenta aunque las autoridades no estén tan a favor de este medio de transporte, pero la realidad es que la ciudad por sí misma es pedaleable. En Tokio las calles están llenas de pequeños comercios, la gente no tiene que recorrer largas distancias para llegar a un supermercado o a un centro comercial, sino que en aproximadamente 2km a la redonda se pueden encontrar los servicios básicos para la vida cotidiana. Esto hace que el uso de las bicicletas sea factible así como también hay estacionamientos especiales para dejar las bicis cerca de las estaciones de metro.

A diferencia de la Ciudad de México, en Tokio no se tienen que generar programas para promover el uso de la bicicleta, sino que la manera en la que está construida, planeada y distribuida la ciudad es suficiente para que el ciclismo sea una buena opción de transporte. Tal vez esto sirva como un ejemplo de lo que puede generar una buena planeación urbana. No solo se trata de pensar en dónde poner una calle o un edificio sino en cómo va a vivirlo la gente. Una buena planeación permite que las personas se puedan mover fácilmente o que no tengan que ir tan lejos para conseguir ciertos productos. También es un espacio en el que varios transportes pueden coexistir hasta el punto en el que se complementen en vez de que se estorben. Vivir otras ciudades puede ayudar a pensar cómo podemos vivir la nuestra y hacer lo posible por generar algún cambio.